Semanas laborales de 4 días

Semanas laborales de 4 días

¿Imaginas tener todas las semanas un puente que empiece el jueves? Pues esto es una realidad que ya se puede disfrutar en Japón. Es el primer país del mundo donde la jornada laboral es de 4 días, sin tocar el sueldo de los trabajadores, ni aumentar las horas por jornada.
La famosa «huelga a la japonesa» o el peligroso «karoshi» (muerte por exceso de trabajo) son algunos ejemplos del lugar central que ocupa lo laboral en la vida de los nipones. Otro ejemplo reciente de su distinta cultura, es que para festejar el cambio de emperador, este pasado 1 de mayo, el Gobierno decretó varios días libres que, al sumarse a los festivos que ya estaban en el calendario, sumaron 10 jornadas seguidas de descanso. Las vacaciones más largas decretadas desde 1948, que fueron rechazadas en encuestas y criticadas en redes sociales por producir agobio con tanto tiempo de descanso. Su ética laboral, es admirable.
El Gobierno japonés empezó en 2017 a poner en marcha iniciativas de descanso, como el llamado Premium Friday (súper viernes), una campaña que ha tenido un seguimiento muy relativo y que intenta que los empleados se tomen libre la tarde del último viernes de cada mes.
Pero des de este 2019, para muchas empresas japonesas, el último día laborable es el jueves. Y es que el viernes, es el día menos productivo de la semana. Este cambio, parece demostrar que si reducen las horas de trabajo, la gente se concentra mejor, producen lo mismo, a menudo con más calidad y creatividad, y también son más leales a sus empresas. Ya, Henry Ford, en su día, por ejemplo, descubrió que si cambiaba la semana de 60 a 40 horas, los empleados eran más productivos, porque no estaban tan cansados en su tiempo libre.
La medida de trabajar solo cuatro días, puede tener algún punto negativo como podrían ser: que las empresas se ven obligadas a contratar más empleados, la dificultad de coordinación para lugares de trabajo con turnos de trabajo irregulares y que, por lógica, habrá una disminución de las horas extraordinarias, que es una mala noticia por los trabajadores que las cuentan como parte del sueldo.
Eso sí, tiene muchísimos aspectos positivos: como obtener una mayor motivación por parte del empleado, una mayor conciliación con la familia, reducción del estrés, mayor tiempo libre para realizar actividades de ocio, etc… hasta sería beneficioso para el medio ambiente, al reducir los traslados en coche y rebajar el consumo de energía en las oficinas.
Seguramente esta opción o alguna similar, a la larga, se terminará imponiendo a muchos países, teniendo en cuenta que los avances tecnológicos van a reducir y reestructurar la cantidad de trabajo que los humanos necesitan hacer. Y en última instancia vamos a tener que elegir entre más paro o menos horas de trabajo. Estoy seguro de que reducir las horas de trabajo es la opción más responsable socialmente.
Pero me temo, que de momento, aquí no estamos preparados para el cambio y, tengo bastante claro, que este próximo viernes, de momento, lo trabajaré.
Antes de terminar, solo decir que Japón no es una excepción, Nueva Zelanda también ha aplicado una medida similar y Suecia, ha reducido la jornada laboral a solo seis horas. Por el contra, para los que leyendo este artículo quieran poder disfrutar de esta medida, lo siento, pero algunos ya lo hacen, el absentismo laboral crece en España y, además, lo hace alcanzado un máximo en la serie histórica. Durante 2018, 753.000 asalariados no acudieron ni un solo día del año a su puesto de trabajo, una cifra que se traduce en un aumento de 52.000 personas respecto al curso anterior.

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