Es asombroso ver como personas que hace un tiempo no se conocían, con formaciones, experiencias, edades y orígenes distintos, puedes estar encerradas en unas oficinas y trabajar de forma productiva, cooperando entre ellos, progresando profesionalmente y con un buen ambiente de trabajo.
Pues este articulo juntamente va, de las acciones diarias y pequeñas que rompen esta situación ideal. Digo pequeñas, porque: llevarse el mérito por lo que hace otra persona, echarle la culpa a alguien de tus propios errores, que se te pasen las fechas de entrega o tener un comportamiento ofensivo, ya sea sexual o de cualquier otro tipo… son muy evidentes y generalmente ya somos coincidente de ellos. Hoy describiré actos más simples, pero que pueden llegar a ser muy molestos.
1) Mandar emails todo el rato y por cualquier cosa interrumpe el trabajo de los demás. Manda los emails necesarios únicamente. Hay temas que puedes hablar con tus compañeros cara a cara.
2) El trabajo desarrollado por cada uno de los empleados es igual de importante para el funcionamiento de la empresa. No por ser el jefe o tener un puesto más alto debes desprestigiar el trabajo de tus compañeros y hablarles como si fuesen menos importantes.
3) A menos que tengas algún tipo de acuerdo con quienes comparten tu oficina, escucha tu música usando auriculares.
4) No atender el teléfono, al email o al WatsApp simplemente porque no te apetece, provoca que se retrase una tarea. Tardar en resolver un problema, puede suponer que este crezca.
5) Aunque suene trivial, a mucha gente le molesta que cuando alguien se sirve el último café deje la cafetera vacía sin tener en consideración al próximo que necesite reponer sus energías.
6) Muchas empresas apoyan los horarios flexibles, pero tus compañeros pueden molestarse si ven que te aprovechas demasiado de esto. Normalmente lo notarán porque serás el último en llegar y el primero en irte. Puedes disfrutar de los horarios flexibles, pero no le eches la carga de trabajo a tus compañeros.
7) Ir al trabajo cuando estás enfermo puede parecer heroico, pero puede suponer un riesgo de contagio para los compañeros. Si estás malo, intenta teletrabajar o cógete el tiempo que necesites hasta que mejores o como mínimo, toma las máximas precauciones para no compartirlo.
8) Llevar en el tupper algo de comer con un olor insoportable, puede estropear la hora de la comida de los compañeros. Hay que recordar que trabajamos muy cerca los unos de los otros.
9) Las llamadas personales en el trabajo no aportan nada positivo. Las conversaciones privadas son eso: privadas. Hay que tenerlas en un momento y a un volumen en los que no molesten a nadie
10) Hacerle la pelota al jefe y demás altos cargos, solo hará que el resto de compañeros piense que esa persona es falsa y solo quiere ganarse la confianza de los demás.
11) Por mi experiencia, una de las quejas más comunes es, precisamente, que otra persona no pare de quejarse y sea negativa. Por desgracia, los agoreros son los últimos en enterarse y piensan que todos a su alrededor ven las cosas como ellos.
12) Sin querer entrar en la famosa guerra de fumadores y no fumadores, no se debe utilizar este hábito como excusa para tener más descansos que otros.
En serio, podría seguir… Pero prefiero parar aquí. ¿Te animas a seguir tú, para reflexionar más sobre el tema?
Sería fantástico poder hacer en el trabajo una sesión con los compañeros y plantear una lluvia de ideas con el mismo título que este artículo, para hacer una lista como esta y poder mejorar la situación.

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