Pocas cosas hay más costosas y perturbadoras para una empresa que perder a personal cualificado.
El coste de perder a un buen profesional generalmente se estima en el valor de su salario anual.
¿Y si pudiese evitarse solo con un cambio de perspectiva? Vamos a ver si nos ayuda a encontrarla, conocer:
¿Cuáles con los motivos por los que se van?
- Una carga de trabajo desproporcionada. Los aumentos de sueldo o los ascensos, el reconocimiento público, son buenas maneras de recompensar la carga de trabajo. Si crece la carga de trabajo por el mero hecho de que los empleados tienen talento y no se cambia nada más, estos buscarán otro puesto de trabajo en el que se les trate como merecen.
- Es normal, e incluso conveniente, que las empresas impongan unas pautas de comportamiento. No obstante, los empleados no deben sentirse vigilados, por lo que estas normas no deben ser demasiado estrictas.
- El jefe debe cumplir sus promesas. Sin confianza, el rendimiento baja en picado
- Los trabajadores con talento quieren trabajar con profesionales que estén a su altura. Si se asciende o se premia alguien que no lo merezca, desmotivará a los que si rinden. Un equipo plagado de gente regular verá escapar a los mejores empleados.
- Los empleados mejor cualificados buscan mejorar todo lo que tocan. Si se les impide cambiar y mejorar las cosas solo por el mero hecho de que al jefe le incomoda la situación, acabarán odiando su trabajo.
- Los buenos jefes hacen todo lo posible por contribuir al éxito de sus trabajadores.
- El empleado debe tener siempre claras las respuestas a estas a cuatro preguntas básicas: ¿Hacia dónde vamos como empresa? ¿Cómo llegamos hasta allí? ¿Qué se espera de mí? ¿Cómo lo estoy haciendo?
- El jefe debe preocuparse de que este empleado pueda mantener el equilibrio entre su vida personal y profesional.
- Siempre que se pueda, se debe reconocer y si se puede recompensar, las aportaciones y el trabajo duro de los empleados con talento. La motivación de los trabajadores aumentará si se reconocen sus éxitos, incrementando así la productividad.
- Burocracia. Es un motivo típico en organizaciones familiares o con estructuras jerárquicas de la vieja guardia, que justifican la gran cantidad de mandos intermedios dedicados a «controlar iniciativas», lastrando la creatividad. Reflejan organizaciones ineficientes llenas de reglas sin sentido.