Si tienes empleados a tu cargo, tarde o temprano tendrás que mantener algún tipo de conversación difícil con algunos de ellos, esto puede ser muy complejo
Te voy a presentar una breve lista de estrategias para mejorar esta práctica:
- Antes de empezar pregúntate
- ¿Cuál es tu propósito para iniciar esta conversación?
- ¿Qué esperar lograr?
- ¿Cuál sería el resultado ideal para ti?
- Es importante conducir la conversación y si toma una dirección incorrecta, saber pausar la, tomar un respiro, clarificar ideas y seguir. Como último recurso, postergar la charla hasta que pueda ser más productiva.
- Demuestra que has escuchado y comprendido todo lo que la otra persona te quiere expresar. Trata de entenderla, adivina cuáles son sus esperanzas y cuida su honor.
- Si el empleado empieza a lanzarte ataques personales o culpas a ti o a otros empleados, es momento de terminar la conversación
- Reconoce todos los puntos de la conversación en que estáis de acuerdo
- No postergues estas citas. Se preventivo y avánzate a la necesidad
- Es básico centrar cualquier intercambio de opiniones en hablar de hechos, no de sensaciones o de opiniones. Puedes utilizar estadísticas, el manual corporativo o casos ejemplo.
- Las formas –el lenguaje verbal, no verbal y la actitud– importan mucho a la hora de empezar una conversación. Mantén a raya tus emociones
- En el futuro, tómate el tiempo para tener conversaciones periódicas con tu equipo sobre los temas conforme van surgiendo, de manera que el enojo y la frustración aún no se construyan.